

En esta reforma integral de ático de 80 m² aprox. en Madrid, encontramos la guía completa para unas calidades altas.
Estamos ante un ático al norte de Madrid con una estética desfasada. Su nuevo propietario necesitaba convertirlo en su nuevo hogar y modernizarlo.
Nos encontramos con estancias pequeñas y mal aprovechadas, paredes con pintura amarilla, baños muy anticuados... necesitaba renovarlo.
Comenzamos la reforma abriendo la cocina al salón, ganando espacio aprovechable y visual.
Partíamos de una gigantesca columna que recorre todo el edificio y que nos separa visualmente el ático en dos: la cocina del salón. Quisimos darle protagonismo con un papel pintado imitación cemento. El dueño de esta vivienda, gran amante del color gris, nos pidió incorporar dicho color en la casa. Decidimos darle el protagonismo a la cocina con este color. Una isla de 2.80 metros de largo.
Además, decidimos añadir luces indirectas en toda la casa siendo las protagonistas la de debajo de la encimera (en todo su perímetro), en el falso techo de la isla y en todo el perímetro del salón.