Con este proyecto nos enfrentamos a un cambio de uso: de local de ocio (bar) a oficina para Administradores de Fincas. El local original consta de dos plantas. La de arriba, a pie de calle, donde se desarrolla la actividad de bar propiamente dicha con la barra, cocina y zona de mesas. La planta de abajo, consta de un almacén y tres aseos cada cual más pequeño que el anterior. Con la nueva propuesta, la planta de arriba constará de recepción con sala de espera, tres despachos y un baño completo. En la planta de abajo, una nueva zona para el personal de la oficina compuesto de una pequeña cocina con comedor, almacén, aseo y una sala donde proyectarán las nuevas reuniones. Un estilo sencillo, básico pero resultón. El local con fachadas a ambas calles nos permite hacer una oficina semiabierta pudiendo cruzar la luz de ambas calles.